ORACIÓN DIARIA:
Madre María Rosa, quiero darte las gracias porque
eres mi amiga y quieres que sea consolación para el mundo. Sé que tengo muchas
cosas buenas para dar, enséñame a ofrecerlas a los demás como tú lo hiciste.
Que ayude en mi casa, que colabore en el colegio, que tienda la mano a mis
amigos, que sepa acercarme a todos los que están solos. Te pido que siempre
estés conmigo y me enseñes a querer a todos como Tú me quieres. Gracias María
Rosa por regalarnos el carisma de la consolación. Tu sueño continúa. Los niños
de tu colegio seguiremos hoy tus pasos caminando tras de ti, ¡cuenta con
nosotros! María, Madre de Consolación, ayúdame a decir siempre que sí como Tú.
Amén
Hoy miramos la fortaleza en María Rosa Molas.
¿Qué es la fortaleza?
Es
tener firmeza y seguridad para practicar el bien. Es lo contrario de ser débil,
dejarse vencer por el desaliento, al desánimo. Esta virtud nos da la energía
para poder ser buenos. La esencia de la fortaleza no está tanto en vencer las
dificultades, como en obrar bien cueste lo que cueste. María Rosa es fiel a
Dios con la fortaleza propia de quien obra siempre el bien, cueste lo que
cueste. Domina desde su interior, los temores, las dudas, las dificultades, las
críticas, la cruz, la enfermedad. María Rosa sabe resistir y soportar; afrontar
y superar todo lo que la vida le va dando y, aferrada a la cruz de Jesús, en la
que encuentra su fortaleza, consuelo y alivio, busca siempre la gloria de Dios.
No se acobardaba ante las dificultades, aunque tuviera que esforzarse
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