Esta semana también hemos conocido a Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz en 1992.
Es una líder indígena de Guatemala, defensora de los derechos humanos. Nació en una familia numerosa y su infancia estuvo marcada por la pobreza y el sufrimiento de la discriminación racial.
Varios miembros de su familia fueron torturados y asesinados.
Ella se exilió en México y recorrió el mundo con su mensaje. Logró volver a Guatemala para continuar con su labor de defensa de las injusticias.
Una de sus frases: La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.
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